
El arte conceptual es un movimiento artístico en el que las ideas dentro de una obra son el elemento más importante, más que el objeto en sí. La idea de la obra prevalece sobre sus aspectos formales, y en muchos casos la idea es la obra en sí misma, quedando la resolución final de la obra como mero soporte.
El arte conceptual como movimiento emergió a la mitad de los años 70, en parte como una reacción en contra del formalismo que había sido articulado por el influyente crítico Clement Greenberg. Sin embargo, desde las décadas de 1910 y 1920 el trabajo del artista francés Marcel Duchamp (principal artista) serviría como precursor, con sus trabajos llamados ready-mades. Daría a los artistas conceptuales las primeras ideas de obras basadas en conceptos y realizadas con objetos de uso común.
Los precursores inmediatos del arte conceptual pueden buscarse en el resurgir de las Vanguardias tras la II Guerra Mundial, en una compleja serie de intercambios culturales entre Europa, EEUU y Japón. Dos figuras destacan como manantiales de nuevas ideas: el antes mencionado Marcel Duchamp (que emigró a EEUU durante la I Guerra Mundial) y el compositor estadounidense practicante del budismo zen John Cage. Sin embargo, fue en los límites de la pintura, donde se concentraron las actividades vanguardistas. En EEUU, Robert Rauschenberg y Jasper Johns transformaron la pintura con objetos cotidianos y eventos fortuitos, y cuestionaron su situación privilegiada en tanto que objeto especial.

En Japón, las obras basadas en la performance del grupo Gutai ampliaron el informalismo y la action painting hasta transformarlos en actos rituales de agitación. En Francia e Italia, Yves Klein y Piero Manzoni respectivamente desarrollaron prácticas vanguardistas paralelas en las que realizaron el contenido ideal de la experiencia artística a partir de su concepción alternativa del significado metafísico del monocromo. En cada paso, la ampliación hasta la destrucción de la idea de la pintura alentó un interés por lo efímero y lo inmaterial que prefiguró el "arte conceptual" con conciencia de su propia identidad subsiguiente.
A finales de la década de 1980, el arte conceptual experimenta un fuerte resurgimiento, justo cuando la atención del mundo del arte de vanguardia se orienta hacia la obra basada en el tema y el contenido. No obstante, por su carácter efímero, el arte conceptual dejó pocas obras en los museos. Sólo quedaron las fotografías y las declaraciones impresas (libros, catálogos y folletos) sobre los proyectos.

Resumo las Características del arte conceptual:
1. La característica principal de esta corriente es el predominio de los elementos conceptuales sobre los puramente formales. Así pues, el arte conceptual es una forma de expresión que intenta evitar el estímulo óptico a favor de los procesos intelectuales que el público es invitado a compartir con el artista.
2. Los artistas del arte conceptual se valen de métodos inusuales y diversos para presentar la idea de su obra. Eligen fotografías, vídeos, documentales escritos, grabaciones, presentaciones de actos en público… y muchos otros materiales efímeros que les sirven para documentar sus ideas o explicar eventos que ocurren fuera de los museos.
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