Y leyendo el libro "El clan del oso cavernario" de Jean M. Auel, encuentro este párrafo que visualizo al instante:
"La cara rocosa de la abrupta muralla se fundía con los contrafuertes de majestuosas montañas coronadas de hielo que se erguían allí cerca; sus picos helados, vibrantes, de vivos tonos rosa, púrpura, violáceo y rojo, reflejaban el sol poniente, cual gigantescas joyas rutilantes que coronaban las cimas soberanas"
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